En muchas ocasiones, dependiendo de cómo esté nuestra mente, podemos necesitar una pequeña variación, un pequeño truco, que nos ayude a alcanzar el climax cuando estamos solas.

Consejos:

No debemos olvidar nunca la estimulación directa y manual del clítoris. Es nuestra mayor fuente de placer.

El agua ayuda a muchas mujeres a aprender a masturbarse. Acuéstate con las piernas separadas en un baño con una manguera de la ducha y dirije el chorro de agua directamente al clítoris. Variar la presión, la pulsación, y la temperatura. Los métodos alternativos:  que las piernas estén en el aire y los genitales en el marco del grifo de la bañera,  o si fuera posible, utilizar los chorros de hidromasaje.

Frotate contra de algo – una almohada, la esquina de un mueble, un consolador. La presión ayuda siempre a la estimulación. Yo recomiendo realizar esta presión alrededor de los labios con unas bolas chinas, intentando introducirlas.

La estimulación anal suele ayudar casi siempre a alcanzar el climax

Un consolador puede ser un acompañamiento agradable a la masturbación del clítoris, ya que ofrecen la plenitud de la penetración y también puede estimular el Punto-G.